LOS MOVIMIENTOS DE MUJERES Y LA TRANSFORMACIÓN DE LOS LIDERAZGOS
POLÍTICOS EN ÁFRICA
Alicia Cebada Romero
1.
LA
NECESIDAD DE NUEVOS MODELOS DE LIDERAZGO POLÍTICO Y LA INSPIRACIÓN DE LAS
MUJERES AFRICANAS: OBJETIVO DE FORTALECER LA DEMOCRACIA, PROMOVIENDO LA
IGUALDAD. HAY QUE ACTUAR YA
En 2017 año llegaba a su fin el
mandato de la primera Jefa de Estado africana elegida democráticamente, Ellen
Johnson-Sirleaf. Al comienzo de su
trayectoria como Presidenta de Liberia, declaró que su elección podía ser vista
como un primer paso hacia la transformación de los liderazgos políticos en
África[1].
Y para la victoria de Ellen Johnson fue fundamental la movilización de las
mujeres.
IMPORTANTE: LA ENTRADA (apoyada por mujeres),
el desarrollo, pero también la salida (the first smooth transfer of power since
1944 in Liberia, which was founded by freed US slaves in the 19th Century):
La CRISIS DE LOS LIDERAZGOS POLÍTICOS
NO ES EXCLUSIVA DE ÁFRICA
Ellen Johnson ya se fue hace tres años y asistimos a una crisis de los liderazgos políticos que no es patrimonio exclusivo de África, es un buen momento para analizar si existen indicios de que se esté dando esa transformación y para determinar en qué medida está siendo impulsada por las mujeres. Debido a la fuerza de la sociedad civil y, en concreto, de los movimientos de mujeres en algunos países africanos, resulta particularmente interesante estudiar las características de los liderazgos políticos femeninos y su conexión con el feminismo.
HAY EVIDENCIA DE QUE Los movimientos de mujeres impulsaron procesos de
democratización que luego no respondieron a las expectativas de esas mujeres
En el Norte de África, las
primaveras árabes alimentaron la expectativa de transformación de los liderazgos
políticos y las mujeres desempeñaron un papel relevante en la impugnación de
los regímenes autoritarios en sus respectivos países[2].
Activistas de derechos humanos, abogadas, periodistas, ciberactivistas, tomaron
las calles y llamaron desde las redes sociales a la resistencia contra el
despotismo. Los movimientos de mujeres en Túnez, Egipto, Libia o Yemen
estuvieron en primera línea de la lucha por la democracia[3].
Lo mismo ha pasado más recientemente en Sudan, país en el que estamos
trabajando Mujeres por África, junto con KARAMA, gracias a la financiación del
Gobierno vasco.
Sin embargo, el balance de las
primaveras árabes no puede ser calificado como positivo ni para la democracia,
ni para los derechos de las mujeres, ni para los derechos humanos en general,
así como tampoco para la paz.
Túnez era el caso más exitoso
(HASTA ESTE AÑO) y aunque se ha avanzado en lo relativo a la igualdad entre
hombres y mujeres, se sigue reclamando
la derogación de normas de Derecho de familia discriminatorias, como las que
regulan los derechos hereditarios[4].
En todos los demás países, las expectativas y esperanzas se han visto
profundamente defraudadas. En Egipto y Bahrein, se silencia y persigue a la
disidencia con detenciones arbitrarias, torturas y otros crímenes. Libia, Siria
y Yemen, siguen sufriendo conflictos armados muy cruentos, que han
desencadenado una dramática e inédita crisis humanitaria, de dimensiones
colosales, para la que la comunidad internacional no ha ofrecido respuestas
adecuadas[5].
En Egipto, Yemen, Siria, Libia, las
libertades no están garantizadas según se constata en el Índice Freedom in the World Democracy Under Siege 2021 (Freedom House). En
este momento, el único Estado afectado por la primavera árabe, considerado como
un país libre es Túnez[6].
Pero, COMO DECÍA, la situación se ha deteriorado muchísimo en Túnez después del
Golpe de Estado del Presidente Said
(25 de julio) que destituyó al Primer Ministro y congeló la actividad del
Parlamento. Hay que tener en cuenta que el número de países libres ha ido
bajando desde 2005 (89) hasta 2020 (82), mientras que ha aumentado el de países
no libres (de 45 a 54).
¿EN QUÉ SE TRADUCE LA EROSIÓN
DE LOS LIDERAZGOS POLÍTICOS? SE PUEDE DECIR QUE EN GENERAL, HAY UN DETERIORO DE
LAS LIBERTADES Y DE LA DEMOCRACIA – Recurrimos, de nuevo al Índice Freedom in
the World – 2021 y lo constatamos con datos.
Las caídas más fuertes se han
dado en algunos países africanos: Mali (debido al golpe de Estado, pasó de
parcialmente libre a no libre), Tanzania, República Centroafricana, Burundi,
Benin, Mozambique, Gabon. Y aquí no se han tenido en cuenta los golpes de
Estado de los últimos meses: Guinea o Sudán (fallido).
En África al sur del Sáhara (49
países) el 41% son no libres. Y solo el 16% libres. El resto, 43% son
parcialmente libres. Y entre los países menos libres del mundo (worst of the
worst, tenemos a Eritrea, Sudán del Sur, Guinea Ecuatorial, Somalia y República
Centroafricana)
Teóricamente si vemos el índice,
Sudán habría mejorado sus posiciones, pero la realidad es muy diferente para
sus mujeres. Teóricamente en la mejora se cuenta el avance en la protección
de las mujeres; prohibición de la mutilación genital, derogación de la ley que
prohibía viajar a las mujeres, acceso a la educación, vestimenta, etc.: CONTAR
LA EXPERIENCIA EN SUDAN. EL DIVIDENDO DE LA PAZ NO LLEGA A LAS MUJERES.
Hay muchos problemas con
elecciones: Malawi, Costa de Marfil,… Importancia de la participación política
de las mujeres.
Algunos gobiernos han aprovechado
la pandemia para imponer restricciones. Los confinamientos y las restricciones
han sido nefastas para las mujeres: violencia, incluyendo violencia sexual e
incesto, matrimonio infantil, etc.
EL DETERIORO DE LOS LIDERAZGOS
POLÍTICOS TAMBIÉN SE MANIFIESTA EN EL ÁMBITO DE LA Paz y Seguridad – Países mas
inestables, menos seguros, más violentos.
Las revoluciones contra los
regímenes autoritarios no se extendieron hacía el África subsahariana, aunque
la paz se ha deteriorado en esta región de manera relevante. Según el Índice de
Paz Global de Vision of Humanity, es
la tercera región del menos pacífica y además de las tres últimas (Oriente
Próximo- Norte de África – que cuenta como una sola - y Sur de Asia) es la
única que ha retrocedido[7]. Y Middle East and North Africa es la región menos pacífica del planeta,
aunque has recorded the largest improvement over the past year. En
cambio el Africa al Sur del Sahara has witnessed deterioration (aunque el
deterioro más importante se ha dado en Estados Unidos).
OTRA CONSECUENCIA DE LOS MALOS
LIDERAZGOS POLÍTICOS: Patrimonialización del país para el beneficio propio. Los
malos ejemplos de liderazgo, tienen en
común que consideran sus respectivos países y sus recursos como parte de su
patrimonio personal y familiar y que disfrutan de grandes privilegios y
riquezas mientras que la gran mayoría de sus respectivas poblaciones viven en
condiciones miserables.
Además, se ha producido un
declive democrático claro en otros Estados cuyos líderes han manifestado su
voluntad de perpetuarse en el poder, ignorando o derogando las normas
constitucionales que establecen un límite de mandatos. IMPORTANCIA DE LA SMOOTH
TRANSFER OF POWER de ELLEN JOHNSON O DE CATHERINE SAMBA-PANZA.
OTRA CONSECUENCIA: FALTA DE
DESARROLLO Y DESIGUALDAD – Efectos
particularmente perjudiciales para las mujeres – Impacto de la pandemia.
SI EL IMPACTO DEL COVID NO ESTÁ
CLARO, CON DATOS DISCORDANTES Y CONTRADICTORIOS. LO QUE SÍ ESTÁ CLARO ES QUE HA
TENIDO UN IMPACTO MUY IMPORTANTE EN LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES, EN EL
RECONOCIMIENTO Y PROTECCIÓN DE SUS DERECHOS Y LIBERTADES.
RESPUESTAS DESDE LOS
MOVIMIENTOS DE MUJERES
A la vista de la situación, en
los países árabes el feminismo y las organizaciones de mujeres están
reorganizándose para seguir exigiendo el respeto de sus derechos y los avances
hacia la igualdad, pues las esperanzas despertadas por las revoluciones se han
visto en gran medida frustradas. Además, en aquellos lugares en que la
revolución derivó en conflictos armados, como Siria o Yemen, las organizaciones
de mujeres deben jugar un papel fundamental en la resolución del conflicto y en
la reconstrucción y reconciliación nacional, tal y como se reivindica en el
marco de la agenda mujer, paz y seguridad internacional del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas[8].
Está claro que la generación de notables
africanos que se puso al frente de la construcción de sus países a raíz de la
independencia, ha quedado definitivamente atrás[9].
Aquellos líderes africanos contribuyeron a la creación de las identidades nacionales,
al mismo tiempo que impulsaron el panafricanismo y la creación de la Unión
Africana.
Y en la situación actual, no es
extraño que se aspire a la creación de nuevos liderazgos políticos que puedan
sacar a África de la espiral de violencia, pobreza y desigualdad. La paz[10],
la democracia[11] e
incluso el feminismo[12]
han sido valores compartidos e impulsados por los más respetados líderes africanos.
Son muy pocas las mujeres que han
accedido a la máxima responsabilidad política en el África subshariana. En la
lista de los mejores líderes africanos aparece normalmente el nombre de Ellen
Johnson Sirleaf.
En general, la trayectoria de las
Jefas de Estado africanas ha sido alabada, a pesar de algunas sombras que
parecen inherentes a la gobernanza en contextos tan difíciles como los que se
dan en el África subsahariana. Se puede decir que han establecido buenos
modelos de liderazgo.
El feminismo autóctono – árabe,
africano – debe jugar un papel fundamental en la redefinición de los liderazgos
políticos.
¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DEL LIDERAZGO POLÍTICO DE LAS MUJERES
AFRICANAS?
2.
LA
TRAYECTORIA DE LAS JEFAS DE ESTADO AFRICANAS: LÍDERES FRENTE AL ABISMO
En el mundo de los negocios se ha
denominado glass cliff el fenómeno
por el cual se acude a las mujeres para superar situaciones críticas. Cuando la
propia supervivencia de la empresa está en peligro, las oportunidades de que
una mujer sea designada como CEO aumentan. De este modo las consejeras
delegadas asumen el mando en situaciones muy delicadas, en las que las
probabilidades de fracaso se multiplican[13].
En el contexto africano se puede comprobar que este fenómeno también se da en
el terreno político.
De grave crisis se puede
calificar desde luego la situación en la que Sylvie Kinigi accedió a la
Presidencia interina de Burundi entre octubre de 1993 y febrero de 1994[14].
Es también el caso de Ellen
Johnson Sirleaf, que ganó las elecciones de 2005 en Liberia tras la segunda
guerra civil que había dejado un país completamente devastado. Su contribución
a la paz fue reconocida con el Premio Nobel en 2011. Y una vez que se había
superado el posconflicto, tuvo que hacer frente a la destrucción provocada por
la epidemia de ébola. De la gravedad de la situación provocada por el virus
puede dar idea el hecho de que fue en esta ocasión la primera vez que el
Consejo de Seguridad calificaba una situación de emergencia de salud pública
como una amenaza para la paz y la seguridad internacionales[15].
Otra mujer que ocupó una jefatura
de Estado, en este caso de Malawi, es Joyce Banda. Asumió la Presidencia del
país entre 2012 y 2014, tras la muerte repentina del Presidente. Durante su mandato se destacó por las medidas
que implantó para impulsar la austeridad y luchar contra la corrupción: recortó
su salario en un 30% y vendió el jet privado presidencial por 15 millones de
dólares. Se autoexilió tras perder las elecciones de 2014, que ella calificó de
fraudulentas. En estos momentos parece
estar considerando su vuelta al país para presentarse a las elecciones de 2019.
Joyce Banda se declaraba abiertamente feminista y apoyó abiertamente la no
discriminación por razón de la orientación sexual[16].
Y, por último, hay que referirse
a la experiencia de Catherine Samba Panza, que accedió a la Presidencia
interina de la República Centroafricana en plena guerra civil. Llegó a la
jefatura de Estado desde la alcaldía de la capital - Bangui -, designada por el
Parlamento y con el mandato de hacer frente al cruento conflicto que azotaba al
país y de preparar al país para las elecciones presidenciales – a las que ella
se había comprometido a no presentarse -. Permaneció en el poder entre enero de
2014 y marzo de 2016, cumpliendo su compromiso[17].
Samia Suluhu también ha accedido a la
Presidencia de Tanzania tras el fallecimiento de su Presidente (John Magufuli).
En su reciente discurso ante la AG de NNUU, marcó su línea: equidad en las
vacunas y reconocimiento del impacto del coronavirus (frente a Magufuli) y su
compromiso con la igualdad de género.
Todas las líderes mencionadas
asumieron la máxima responsabilidad política de países ante el abismo. Las
probabilidades de fracasar eran muy altas, pero ninguno de sus desempeños puede
ser calificado de fracaso.
En todos los casos, las líderes
se pusieron a la cabeza de sus respectivos Estados después de haber completado
una sólida trayectoria en el ámbito del activismo social, académico, empresarial
o institucional[18]. Aquí
habría que mencionar también a la que fue presidenta de las Islas Mauricio,
Ameenah Gurib-Fakim (2015-2018), que es una científica reconocida (EL CARGO ES
CEREMONIAL, COMO EN ETIOPIA). Es de destacar, por tanto, el alto nivel de preparación
de las líderes africanas que han llegado a asumir las más altas
responsabilidades políticas.
Actualmente, desde 2018, tenemos
como Presidenta de Etiopia a Sahle-Work Zewde (ha tenido una intervención
reciente reconociendo – en contra del criterio de su Primer Ministro – la
gravedad de lo que está aconteciendo en Tigray, con violaciones de derechos
humanos. Sus fotos, consolando (comforting) a una mujer en la zona).
The position of Ethiopian president is largely
ceremonial (the power rests in the hands of the Primer Minister)
Ninguna ha caído en la tentación
de patrimonializar sus países o de perpetuarse en el poder.
3.
OTRAS
EXPRESIONES DEL LIDERAZGO POLÍTICO DE LAS MUJERES AFRICANAS
Son muchas las mujeres africanas
que han llegado a posiciones de liderazgo en las organizaciones internacionales
más importantes. Ya fallecidas, la guineana Jeanne Martin Cisse, fue la primera
mujer que presidió el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la liberiana
Angie Brooks fue la primera Presidenta de la Asamblea General. Y todavía
activas en la política de su país, las tanzanas Anna Tibaijuka y Asha-Rose
Migiro han ocupado la subsecretaría general de Naciones Unidas. En el ámbito
regional, la sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma presidió la Comisión de la
Unión Africana entre 2012 y 2017.
Phumzile Mlambo-Ngcuka HA SIDO
HASTA HACE UNOS MESES, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres. Y la gambiana Fatou
Besouda TAMBIÉN HA OCUPADO la Fiscal de la Corte Penal Internacional.
En el ámbito nacional, se ha
avanzado muy rápidamente y de manera muy destacada en aquellos países que han
implantado cuotas de acuerdo con el llamado modelo fast track. Destaca el caso
de Ruanda donde las mujeres ocupan el 62% de los escaños en el Parlamento,
siendo éste el porcentaje más alto de mujeres parlamentarias en el mundo. Lo
mismo ha ocurrido en Senegal donde el porcentaje ha alcanzado el 43%[19].
Y por supuesto son muchas las mujeres que han ocupado cargos ministeriales en
los gobiernos de los países africanos[20].
PROBLEMA: VIOLENCIA POLÍTICA
CONTRA LAS MUJERES – NO PUEDO ENTRAR.
RELACIÓN ENTRE EL LIDERAZGO POLÍTICO AFRICANO Y EL FEMINISMO.
4.
EL
LIDERAZGO POLÍTICO DE LAS MUJERES Y EL FEMINISMO
La Carta Feminista Africana fue
adoptada en el African Feminist Forum
celebrado en Accra en noviembre de 2006. Uno de los capítulos de la Carta se
refiere al liderazgo femenino, estableciendo algunas de las características que
debería reunir desde una perspectiva feminista. Se señala que la cantidad debe
ir acompañada de la calidad para ser relevante, y la importancia de la
integridad y de la responsabilidad; de la creación de redes intergeneracionales
y panafricanas; de la ayuda y del apoyo mutuo entre las organizaciones
feministas y de la acreditación y reconocimiento del trabajo de las mujeres[21].
Estas directrices marcadas desde el
movimiento feminista africano, parecen muy adecuadas para desarrollar
liderazgos transformadores, también en el ámbito político.
La trayectoria de las grandes
líderes políticas africanas ilustra las grandes dificultades que se encuentran
en el camino.
Desde luego las mujeres no lo
tienen más fácil, ni tienen el éxito garantizado de ningún modo. Pero, a pesar
de las dificultades, se puede decir que la trayectoria de las mujeres al frente
de sus países ha sido reconocida y ha confirmado que en el camino hacia la
renovación de los liderazgos políticos, se debe también promover el liderazgo
de las mujeres. La experiencia de las líderes africanas es, en este sentido,
extraordinariamente relevante.
[1] Ellen Johnson Sirleaf, “The
Challenges of Leadership in Post-Conflict Africa: the case of Liberia”, Oppenheimer Speech, The International
Institute for Strategic Studies, London, May 31 2006, pp. 2-3.
[2]
Para el caso de Yemen: Ewa K. Strzelecka, Mujeres
en la Primavera Árabe: construcción de una cultura política de resistencia
feminista en Yemen, Madrid: Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, 2017.
[3]
Randa Achmawi, “El Papel de la Mujer en la Primavera Árabe”, Quaderns de la Mediterranía, 16, 2011,
pp. 273-281. Disponible en: http://www.iemed.org/observatori/arees-danalisi/arxius-adjunts/qm-16-es/achmawi_papel%20mujeres%20primavera%20arab_qm16.pdf
[4]
También se reclama que Túnez se adhiera al Protocolo de Maputo sobre los
Derechos de las Mujeres Africanas. Human Rights Watch, “Tunisia: A Step Forward for Women’s Rights”, 12
November 2015, https://www.hrw.org/news/2015/11/12/tunisia-step-forward-womens-rights
[5]
Se puede consultar un balance de la primavera árabe en: Amnistía Internacional,
“La Primavera Árabe, Cinco Años Después”, 2017: https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2016/01/arab-spring-five-years-on/
[6] Freedom House: https://freedomhouse.org/report/freedom-world/freedom-world-2017?gclid=CMygjMPo-dQCFUYcGwod8QYPqQ
[8] Para más
información sobre esta Agenda, consúltese la página de Naciones Unidas, Peace
Keeping: http://www.un.org/en/peacekeeping/issues/women/wps.shtml
[9]
Samara Machel (Mozambique), Jomo Kenyatta (Kenia), Lumumba (RDC), Julius
Nyerere (Tanzania) o Nkrumah (Ghana). De la misma época es Haile Salassie, que
como regente y emperador de Etiopía tuvo que enfrentarse a la invasión de
Mussolini.
[10]
Nelson Mandela, que presidió su país entre 1994 y 1999 y se convirtió en un
símbolo de la resistencia pacífica contra el racismo y el apartheid y cuya
trayectoria fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz y trascendió las
fronteras del continente africano.
[11]
Alpha Oumar Konare, que impulsó y consolidó la democracia en Mali durante su
presidencia, entre 1992 y 2002 y defendió incansablemente la paz en África
Occidental, además de presidir la Unión Africana
[12]
Thomas Sankara (Burkina Faso 1983/87), defensor del panafricanismo, marxista y
feminista, admirado por su integridad y que terminó asesinado
[13]
http://blogs.lse.ac.uk/businessreview/2016/05/10/women-are-more-likely-than-men-to-be-appointed-ceo-of-firms-in-crisis/
[14] Gunhild Hoogensen; Bruce O.
Solheim, Women in Power. World Leaders
since 1960. Praeger, Westport, Connecticut, London, 2006, pp. 51-52.
[15]
S/RES/2177, de 18 de septiembre de 2014.
[16] Annalisa Merelli. “A Pioneering
Female ex-President thinks the Progress in Women Leadership is under Threat”, Quartz Africa, 26 de septiembre de 2016.
Disponible en: https://qz.com/787890/joyce-banda-malawis-ex-president-says-female-leadership-is-under-attack/
[17]
Según el índice de paz publicado por Vision
of Humanity, República Centroafricana está entre los países en que más ha
mejorado la situación: http://visionofhumanity.org/indexes/global-peace-index/
[18]
Sylvie Kinigi estudió Economía y una vez en política se involucró para impulsar
la adopción de medidas sociales y económicas en favor de las mujeres. Joyce
Banda se había embarcado en una lucha personal por el empoderamiento de las
mujeres para lo que había creado Fundación en 1997 (Véase su perfil en: https://www.wilsoncenter.org/person/joyce-banda).
Ellen Johnson había desarrollado una carrera internacional en el ámbito de
Naciones Unidas y había sido la primera presidenta de la Iniciativa de Open
Society para África Occidental. En Naciones Unidas había sido Directora de la
Oficina Regional para África del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo. Fue una de las siete personas elegidas por la OUA para investigar
el genocidio en Ruanda. También presidió la Comisión para el Diálogo
Intercongoleño y fue una de las dos personas seleccionadas por UNIFEM para
estudiar los efectos de los conflictos sobre las mujeres. Catherine
Samba-Panza es abogada y –como hemos dicho – llegó a la Presidencia desde la
alcaldía de Bangui.
[19] Drude Dahlerup; Lenita
Freidenvall, “Legitimacy and Effectiveness of Gender Quotas in Politics in
Central and Eastern
Europe.” Special section of the Slovenian
journal Teorija in Praksa (in
English), edited by Drude Dahlerup and Milica Antic Gaber, 2017, p. 310. Available
at http://www.fdv.uni-lj.si/revije/znanstvene-revije/teorija-in-praksa/iz-vsebine/teorija-in-praksa-2-(2017)
[20] Ali Mari Tripp, “How African
Feminism Changed the World”, African
Arguments, 8 marzo 2017, disponible en: http://africanarguments.org/2017/03/08/how-african-feminism-changed-the-world/
[21]
El texto de la Carta se puede consultar en la página web del African Feminist
Forum: http://www.africanfeministforum.com/feminist-charter-introduction/
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