El Acuerdo de Argel, resultado del proceso de diálogo intermaliense desarrollado en Argelia y auspiciado por la comunidad internacional, no garantiza la paz en Mali. El Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad ha pedido un aplazamiento de la firma para consultar con sus bases. Es un momento muy delicado del proceso, en el que los yihadistas - que han estado ausentes de las negociaciones - están metiendo presión para boicotear el posible acuerdo, y algunos grupos asociados al MNLA se resisten a aceptar un texto en el que no se recoge sus pretensiones territoriales sobre las regiones del Norte de Mali (Azawad). El respeto de la integridad territorial maliense y la laicidad del Estado fueron señaladas desde el principio como líneas rojas que el gobierno no estaba dispuesto a cruzar.
La crisis de Mali tiene una naturaleza compleja y debe ser abordada de manera integral. Por tanto, las soluciones rápidas no existen. Pero en las últimas semanas, la situación de seguridad se ha deteriorado en las tres regiones del Norte. Kidal está prácticamente fuera del control del Gobierno y a merced de los grupos entregados a la criminalidad organizada.
En este contexto, el papel de las mujeres es más relevante que nunca. Mañana tenemos una reunión con algunas de las líderes más importantes del país para conocer su visión de la situación y sus propuestas de acción para contribuir al proceso de reconciliación nacional. Las mujeres de Kidal piden una ayuda concertada para impedir la instrumentalización de la mujer por parte de los grupos criminales y la feminización del conflicto.
La comunidad internacional está muy presente en el país. Naciones Unidas ha desplegado la MINUSMA y la UE tiene dos misiones, una militar y otra civil, centradas en la formación de los militares malienses y en la reforma del sector de la seguridad respectivamente. Pero la actuación de los actores internacionales no está respondiendo a las expectativas. Desde luego es imprescindible que se mantenga, pero también que se adapte a las condiciones existentes en el país. Se debe contribuir a un reforzamiento de las capacidades de las instituciones nacionales, lastradas por la corrupción y la burocracia. Como ha dicho el jefe de EUCAP Mali hoy en un Congreso organizado por la Fundación Friedrich Ebert y la CEDEAO, Mali necesita un Estado fuerte.
Aquí os dejo fotos de un taller organizado por las participantes en el programa de la Fundación Mujeres por Africa y la CEDEAO (Femmes du Mali Agissant pour la Paix).
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