La Orden Ministerial que, en la práctica, propició una restricción de las importaciones de biodiésel argentino se presentó en España como una represalia contra la nacionalización de YPF. En realidad la Orden Ministerial española no perjudicaba sólo a Argentina, sino también a otros países cuyas exportaciones de biocombustible a nuestro país se veían igualmente limitadas.
En el último Consejo de Comercio de Mercancías de la Organización Mundial del Comercio, Argentina ha presentado una queja contra la medida española por vulneración del principio de trato nacional (artículo III del GATT 94) y el de no discriminación entre las importaciones. Argentina no está sola. Indonesia también ha firmado la queja, que adicionalmente ha recibido el apoyo de Uruguay y Cuba.
La Unión Europea no ha defendido la medida española basándose en el derecho de España a adoptar contramedidas, sino argumentando que nuestro país ha restringido las importaciones de biodiésel para favorecer las energías renovables en línea con los objetivos medioambientales de la Unión.
La manera en que la Orden Ministerial se presentó en España, donde se interpretó como una represalia frente a Argentina, es lo que ahora están utilizando los argentinos para fundamentar su queja de trato discriminatorio. La Unión ha tratado de aclarar que la Orden Ministerial no discrimina las importaciones argentinas. La línea de defensa de la Unión apunta a la imposibilidad de adoptar represalias comerciales para responder a acciones como la expropiación de YPF. Sobre la dificultad para recurrir a contramedidas (represalias) unilaterales que supongan una vulneración de las normas de la Organización Mundial del Comercio, véase este excelente artículo de Marceu y Wyatt.
La manera en que la Orden Ministerial se presentó en España, donde se interpretó como una represalia frente a Argentina, es lo que ahora están utilizando los argentinos para fundamentar su queja de trato discriminatorio. La Unión ha tratado de aclarar que la Orden Ministerial no discrimina las importaciones argentinas. La línea de defensa de la Unión apunta a la imposibilidad de adoptar represalias comerciales para responder a acciones como la expropiación de YPF. Sobre la dificultad para recurrir a contramedidas (represalias) unilaterales que supongan una vulneración de las normas de la Organización Mundial del Comercio, véase este excelente artículo de Marceu y Wyatt.
Argentina, a su vez, ha recibido quejas de otros países por la introducción de licencias para las importaciones que constituyen un obstáculo al libre comercio. Estas actuaciones se inscriben en una peligrosa espiral neoproteccionista, que como ha advertido el Director General de la OMC - Pascal Lamy - amenaza el sistema multilateral de comercio.
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